Como seguramente ya lo has podido apreciar por tu propia experiencia, si hay algo que es propio de este siglo en el que vivimos es la velocidad con la que se suceden los cambios en materia de desarrollos e innovación. Muchas de las tareas y obligaciones cotidianas ahora se resuelven a mayor velocidad y menor complejidad, aunque eso también trae como contraparte que no siempre estemos al tanto de las últimas innovaciones. Es por eso que en el siguiente artículo hablaremos de algunas de ellas para que puedas sacarle el mayor jugo posible.
Si nos guiamos por los análisis más completos y sofisticados que se han realizado a nivel internacional, encontraremos que antes de la llegada de la pandemia se sabía que un adulto pasaba un promedio de 7 horas en línea. Por supuesto, no hay que ser un experto en telecomunicaciones para saber que esa cifra se ha potenciado tras la llegada de la pandemia y de la mayor dependencia a ese tipo de tecnologías. Esto se profundiza aún más con las innovaciones que ha habido en diversos ámbitos y por supuesto el mundo económico y financiero no es la excepción de ello.
Podemos empezar por un tema del que seguro ya has escuchado hablar bastante en estos días: las criptomonedas. En los últimos años ha habido muchos desarrollos que facilitan operar e invertir con ellas. Pongamos por caso a la calculadora Bitcoin, la cual permite saber en tiempo real la cotización de un activo más que volátil, tal y como ha quedado demostrado en este 2021, en donde en los últimos meses la más conocida de las monedas virtuales ha tenido grandes fluctuaciones al alza y la baja. Otras herramientas como la billetera Bitcoin y los brókers son explicaciones del porqué cada vez más personas se acercan a este instrumento financiero.
Esta tendencia se replica en otros mercados más allá de las criptomonedas. Si comenzamos a sacar conclusiones de lo que la pandemia nos ha dejado, encontraremos que los inversores pequeños y medianos aprovecharon este tiempo para introducirse a diversos mercados gracias a las ventajas técnicas. Esto ha permitido, por ejemplo, que el golpe de la crisis global sin precedentes que desató el Covid-19 fuera menor en algunos casos. Las Fintech, en ese sentido, se terminaron convirtiendo en una herramienta de primera necesidad para tener una mejor salud financiera.
En ese sentido, ni siquiera hace falta pensarse a uno mismo como un gran inversor o un hombre de los mercados. Alcanza con simplemente reflexionar sobre cómo nos manejamos con nuestro propio dinero. Su representación digital es cada vez más frecuente: al ya clásico homebanking que ofrecían las entidades tradicionales, ahora también se le suman las billeteras virtuales y otras opciones de cajas corrientes que nos permiten tener siempre a mano nuestro dinero sin necesidad de recordar si cargamos con nosotros efectivo o las tarjetas de crédito. Después de todo, lo que antes parecía futurista, ahora es nuestro presente.