La primera impresión es la que cuenta. Una frase antigua usada en varias oportunidades y que se aplica de manera excelente en una entrevista laboral. Para tener éxito en una entrevista de trabajo no siempre alcanza con tener un currículo muy bueno, las mejores referencias o hablar varios idiomas.
Si la persona que nos realiza la entrevista, no se lleva una buena primera impresión de nuestra personalidad, de nosotros, será muy difícil que tenga en cuenta todo lo demás y nos elija entre otros tantos que se han presentado.
Para eso es necesario tener en cuenta algunas reglas básicas que deben respetarse cuando nos vamos a presentar a una entrevista laboral para que esta sea exitosa y además de las respuestas interesantes que podamos brindar, dejemos un buen precedente de nosotros mismos.
No olvide los buenos modales: el saludo al ingresar a la sala, al salir. Si hay una dama entre los entrevistadores, dejar que se siente primero. Decir gracias, pedir permiso, dar paso, o sencillamente ser cortes y respetuoso son normas de buena conducta que no deben exagerarse para parecer un lord inglés, pero que a nuestra manera deben estar presentes.
Su postura es importante: tanto como la vestimenta. Evitemos sentarnos como si estuviésemos en un cine, o en la sala de casa. Atendamos el movimiento de nuestras manos. Evitemos bostezos, señales de aburrimeinto o cansancio.
La imgen habla: si vamos a tener una entrevista laboral es importante elegir con cuidado nuestra ropa el día anterior. No vamos a una fiesta ni al mercado. Estamos buscando una posibilidad de trabajo, la oportunidad de dejar atrás el desempleo.
Algunos consejos para las mujeres:
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parecer damas respetables: las mini y los escotes demasiados pronunciados no son recomendables. Es interesante mostrar femeneidad pero debemos evitar estar acomodarnos nuestra blusa, o la pollera al momento de sentarnos. No habla bien, estar atento al escote en lugar de atender a las preguntas. Es mejor una camisa a la que le podemos dejar un botón desabrochado a una remera que nos queda incómoda.
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Ponga un toque femenino de excelencia. Siempre gusta. No tiene que ser llamativo, un buen anillo, una pulsera interesante, un pañuelo o una cartera distinguida. Cuidado con el exceso de pulseras que tintineen mientras hablamos, o de collares que se enreden con nuestras manos.
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Un buen perfume seduce al momento del saludo. Oler a rico, es una buena impresión de principio.
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Tengamos en cuenta nuestro peinado. Si la mañana de la entrevista no podemos controlar nuestros rizos o el flequillo, lo mejor es llevarlo recogido.
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Cuidado con el maquillaje: recuerde que no estamos en un desfile de modas, ni queremos gustarle al entrevistador. Tenemos que demostrar que somos la persona idónea.
Para los hombres:
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No deje nunca la camisa. Las camisas son para este tipo de ocasiones y siempre prendidas hasta el último botón y dentro del pantalón. Si no va a llevar corbata, puede desprender el último del cuello.
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¿Pantalón de vestir o jean? El pantalón de vestir, si responde a la temporada es lo mejor. No conviene en pleno enero llegar con pantalones de lana, en ese caso, es preferible un jean bien planchado y en buenas condiciones que se adapte a la circunstancia. En todo caso, un amigo de nuestra talla quizás pueda salvarnos del apuro.
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Arregle su bigote o su barba. No es necesario que los retire, pero sí que los acomode. Si la barba es de día, es preferible dejarla de lado y rasurar para tener un estilo presentable.