En momentos en que la escasez de talento es la gran preocupación de las compañías, los expertos sostienen que más que llenar de estrellas a un equipo de trabajo, la clave está en identificar a los mejores, y buscar que los demás integrantes logren desarrollar este mismo nivel.
Esta estrategia es ganadora si los equipos se integran con gran diversidad de conocimientos, cultura, raza o género, y el líder promueve un trabajo en el que todos se complementen.
Cuando los integrantes de un equipo son muy distintos, tanto en su formación como en sus experiencias y conocimientos, su trabajo es más efectivo y se estimula la creatividad.
Existen algunas claves que mediante su aplicación se puede conseguir el armado de un buen equipo laboral.
- Superar el individualismo es un asunto clave y esto se logra cuando el líder trabaja para que los mejores en un tema compartan su conocimiento con los demás.
- No hay que buscar gente parecida si el trabajo es creativo. Hay que huir de la clonación y pensar más en la complementariedad.
- Además de diferencia de género, raza y cultura, es importante escoger pensamientos diversos e, incluso, personas con emociones diversas que con el mismo nivel de presión piensen distinto.
- La diferencia generacional ayuda a tender puentes y crea motivaciones para que unos ayuden a otros.
- Cuatro perfiles son fundamentales en un equipo que busca el éxito: los promotores, los productores, los creativos y los cohesionadores.
Consultados algunos dirigentes empresariales, nos cuentan que la clave está en encontrar gente cuyo propósito de vida esté alineado con los de la compañía; que complemente lo que ofrece como profesional en sus tareas y lo que ofrece como ser humano en sus relaciones. Además, que sientan mayor placer y realización a la hora de co-crear en equipo.
Además, un buen equipo debe tener un ambiente agradable, metas claras, hacer evaluaciones periódicas y estar motivados a nivel personal y en grupo; la lealtad, el compromiso y profesionalismo son fundamentales para lograr resultados.