El avance de las tecnologías y el nuevo milenio han traído nuevas alternativas de capacitación y empleo, entre ellas nos encontramos con los simuladores de trabajo.
Los simuladores son estrategias de capacitación para todo tipo de empleados sin importar el nivel jerárquico que tengan dentro de la compañía.
Su funcionamiento consiste en que los participantes del curso se dividen en equipos, a cada uno se les crea una situación determinada para que compitan entre ellos en un periodo de tiempo, que pueden ser horas, donde toman decisiones que impactan en los resultados de los negocios de la compañía.
Lo usual es que el empleado haga una simulación cuando ya esté contratado o que a los antiguos se les ponga a prueba, pues las metodologías están enfocadas al aprendizaje y orientados a resultados de logros empresariales.
El nivel de retención que se logra es al menos cinco veces mayor que al de los modelos tradicionales de capacitación, en cuatro horas de simulación se obtienen resultados que se lograrían en tres o cuatro jornadas de trabajo entre ejecutivos porque el ejercicio es tan vivencial que la gente baja la guardia, no está resistente al cambio y reconoce sus errores constantemente.
Aunque es lógico pensar que poner a alguien a prueba en una situación hipotética no es garantía de éxito en el desempeño laboral, sí brinda mayores herramientas, conocimientos, habilidades y aptitudes para que llevadas a la situación real puedan desempeñarse mejor.
“No se puede decir que en pocas horas se desarrollen habilidades concretas, pero sirve de ayuda como herramienta pedagógica, la cual tampoco es suficiente sola, pues necesita el apoyo de otras como la retroalimentación diaria, ahí es que se va construyendo“, enfatiza el Sr Ricardo Greco Giñazú, fundador de Alta Dirección Escuela de Negocios, ADEN.
Al trabajador se le brindan competencias para desempeñar mejor su rol y la empresa puede contar con una persona que cumplirá cabalmente y mejor con los retos del cargo que asume o viene asumiendo.
Los simuladores refuerzan la capacidad de toma de decisiones, trabajo en equipo y liderazgo, no solamente están enfocados a los negocios sino también a temas de aprovechamiento del recurso humano.
En promedio puede llegar a costar US$55 la hora y cualquier persona lo puede tomar porque son cursos abiertos. Aunque generalmente se hace cuando la gente está vinculada una compañía los interesados pueden hacer el curso y anexarlo a la hoja de vida.
Actualmente ADEN tiene un convenio con el SENA en el que se financia el 50% de las capacitaciones y las empresas e interesados pueden acceder hasta el ocho de abril al descuento para ponerse a prueba en un simulador que no busca alejar sino mejorar a los profesionales.