Podemos decir que el término desempleo alude a la falta de trabajo. O sea que un desempleado es aquel sujeto de la población activa que encontrándose con edad suficiente para trabajar y que busca empleo no lo consigue. Esta situación implica la imposibilidad de trabajar pese a la voluntad de la persona.
El término desempleo contempla dos puntos de vista: el sociológico ( como fenómeno social) y el psicológico (aquel que se relaciona con la experiencia particular de cada persona).
Se entiende por desempleo no obstante a la situación por la que pasa una persona cuando no tiene un trabajo fijo y, en consecuencia, no tiene los medios para subsistir de manera independiente (es decir, sin la asistencia de sus conocidos o del Estado).
Este conjunto de situaciones particulares de desempleo hace que hablemos de desempleo como un problema de tipo sociológico y es quizás uno de los problemas más graves que debe enfrentar una sociedad en lo que respecta a su bienestar social.
Desempleo es también sinónimo de paro (una palabra muy habitual en España) y desocupación; encontramos al respecto cuatro tipos de conceptos: Cíclico, estacional, friccional y estructural.
El desempleo cíclico: consiste en la falta de trabajo durante un período de crisis económica , o sea de recesión; por lo general, no demasiado extensos en el tiempo y que se revierten cuando la economía se reactiva.
El desempleo estacional: surge por la fluctuación estacional de la oferta y la demanda. Por ejemplo : en épocas de cosecha, aumenta la oferta de trabajo en el campo y el desempleo en esta área tiende a desaparecer; en el resto del año, se produce la situación inversa.
El desempleo friccional: Cuando no se ponen de acuerdo entre empleado y empleador. Las características de un puesto de trabajo no satisfacen las expectativas del trabajador y éste se marcha en busca de un empleo mejor. Se trata de un desempleo temporal y que suele ser constante.
Por último tenemos el desempleo estructural, es el más grave, ya que surge de un desajuste técnico entre la oferta y la demanda de trabajadores: los puestos de trabajo que requiere una economía son inferiores a la cantidad de gente que necesita trabajar. Esta situación exige entonces la intervención del Estado para solucionar estos desequilibrios.
Por último según el DANE la tasa de desempleo en Colombia para setiembre del corriente año fue del 9,7%.